En 1986, cuando un grupo de amigos del colegio secundario se compraron instrumentos musicales y se pusieron a tocar juntos, ensayando una y otra vez temas de artistas jamaiquinos como Bob Marley, Peter Tosh y Toots & The Maytals. Se bautizaron Los Pericos y después de un mes y medio salieron a tocar en vivo en pequeños bares, con buena respuesta del público. Un cassette llegó a una radio y de pronto se encontraron grabando su álbum debut con producción de Javier Calamaro. Acto seguido, El ritual de la banana los convirtió en la banda revelación del año, con un meteórico ascenso de popularidad y más de 400,000 discos vendidos que generaron un verdadero furor nacional por el reggae.
Propulsados por semejante debut, el grupo no paró de tocar en vivo, haciendo incluso varias discotecas en una misma noche, y recorriendo el país. Su segundo disco los mantuvo en la cima, superando en ventas a Soda Stereo y Los Fabulosos Cadillacs, ubicándose en la liga de los grandes vendedores en Argentina. En vivo, los temas del primer disco, más nuevos hits como "Fronteras en América", los convirtieron en uno de los artistas más excitantes del país, capaces de brillar en Obras, en festivales o en discotecas.
Hacia 1990, mientras Argentina vivía la crisis económica de la inflación y el gusto musical del público se inclinaba hacia bandas más rockeras como Ratones Paranoicos, Los Pericos hicieron todo lo posible para seguir en actividad. Editaron un álbum maxi y un disco que no tuvo la repercusión esperada. Pero no se dieron por vencidos y siguieron adelante, grabando un nuevo maxi, participando del prestigioso Sunsplash Reggae Festival en Jamaica y logrando que en un programa de televisión sonara su nueva versión del tema "Nada que perder".
La edición de Big yuyo fue el premio a la constancia e insistencia, porque su compañía discográfica inicialmente no quiso editarlo. Toda una ironía, porque ese trabajo marcó el regreso de Los Pericos a la cima, gracias a la intensa difusión radial de éxitos como "Mi resistencia" , "Hacé lo que quieras" y "Me late". En 1994 llenaron River con UB40 y Paralamas.
Durante el resto de la década del noventa, se consolidaron en el exterior como una de las bandas más importantes de Latinoamérica, con una gran continuidad de trabajo. Conocieron en Jamaica a Rita Marley, grabaron en Estados Unidos y con los discos Pampas reggae y Yerbabuena rompieron records de ventas y de recitales en países como Venezuela y Chile. Compartieron más shows con UB40 y Steel Pulse, tocaron en Viña del Mar y ya iban por el primer millón de discos vendidos.
En febrero de 1997 tocaron ante 100,000 fans en el ciclo Buenos Aires Vivo y el 28 de diciembre festejaron diez años de carrera ante 120,000 personas en un concierto gratuito al aire libre, donde se grabaron temas para un futuro disco en vivo. Las giras siguen rompiendo records de popularidad y convocatoria en Perú, México, Venezuela, Colombia, Paraguay y Brasil y ciudades de Estados Unidos, llevando 140,000 espectadores al Buenos Aires Vivo III en 1999. Confirman su calidad artística con el álbum Mystic love.
Desde cero fue su primer disco para un flamante contrato discográfico con Universal Music México. A fines de noviembre, justo antes de su edición, la banda estuvo de gira por Puerto Rico, donde dieron varios recitales y filmaron el videoclip del tema "Complicado y aturdido". El álbum fue presentado en varias funciones en el Luna Park y cerraron el año 2003 con un recital especial en el teatro Gran Rex, con nuevas versión de sus temas y muchos invitados especiales. Nuevamente se encuentran en un gran momento, pero el cantante decide alejarse y el grupo coincide en seguir adelante, con Juanchi en la voz principal. En el segundo semestre del 2004 debutan con éxito en El Teatro, salen a México y tienen una excelente recepción en el festival Quilmes Rock. El desafío resulta un éxito.
Su último trabajo discográfico, el primero con la nueva alineación, se titula 7 y sale en 2005.
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